El cuatro de Septiembre,
nunca lo podré olvidar,
día, de la imputación de mis senos,
y, yo a la ciencia, los quise dar,
para que nuestros investigadores,
investiguen, y se pueda acabar con este mal.
Mal que yo, no quiero ni nombrar,
terror de la humanidad,
mis ojos, no tienen lagrimás
llanto no pueden derramar,
cuando acaricio mi pecho,
siento que mis senos no están.
A si llevo vente años,
luchan con este mal,
cortándome pedacitos de mi ser,
para que...