El cuatro de Septiembre,
nunca lo podré olvidar,
día, de la imputación de mis senos,
y, yo a la ciencia, los quise dar,
para que nuestros investigadores,
investiguen, y se pueda acabar con este mal.
Mal que yo, no quiero ni nombrar,
terror de la humanidad,
mis ojos, no tienen lagrimás
llanto no pueden derramar,
cuando acaricio mi pecho,
siento que mis senos no están.
A si llevo vente años,
luchan con este mal,
cortándome pedacitos de mi ser,
para que la vida me pueda continuar,
para que aya dicho, José Alfredo Jimenéz
en su poesía, y canción,
no vale nada la vida, la vida no vale nada.
Que valorada tengo la mía
que no se, que pedacito tendré mas que dar,
para que dos días mas me alargue la mía,
por eso digo el cuatro de Septiembre,
nunca lo podre olvidar.
María del Carmen Pallas Seijo
