Me dijiste bailando,
lo que me querías,
y yo, me lo creí ilusionada,
y trinares de ruiseñores,
en mis oídos, yo escuchaba,
y ilusionada, bailaba, bailaba, bailaba.
Como una mariposa,
entre las flores, y las rosas,
de primavera,
cual es la mas hermosa,
cual es la mas perfumada,
y cuan bellas eran tus palabras.
Pero ilusa de mi,
que tan solo darme la vuelta,
me traicionas-tes,
con otro querer de mujer,
y le dijiste lo mismo que a mi,
bailando,
que era lo que mas querías.
Maria del Carmen Pallas Seijo.