Gentes, que pasan y pasan,
unas suben, otras bajan,
unos negros , otros blancos,
otros canela, otros cobrizos.
Una tarde del mes de marzo,
ala salida de un colegio,
unos niños, negros, negros,
lo que le relumbra en su cara,
es, el blanco de sus ojos,
y la dentadura blanca,
en su cara negra,
parecen margaritas blancas,
en una verde pradera, en primavera,
Y la gente sigue su viendo, y bajando,
ignorando aquellos, niños negros, negros.
Y voces se escuchan,
que dicen,
ha donde vais, niños negros
ha donde vais,
que la luna negra sale de madrugada,
en busca de la fragancia,
del jazmín y hierba buena,
para ponerse-la,
ha los pies,
de los niños negros.
Maria del Carmen Pallas Seijo.