Hoy, no tengo ganas de llorar,
mis ojos están secos
y la-grimas no pueden derramar.
Cuando me lo dijeron,
creía estar soñando,
y yo, le dije
repítamelo otra vez,
que después de tantos años,
de nuevo ha empezar otra vez.
Mi alma llora por dentro
y llanto no puede derramar,
el dolor me ahoga,
y no puedo respirar.
Presiento que se me va la vida,
vida, que por ella, tanto luche,
pero no quiero,
perder esta batalla,
como la anterior, yo, lucharé.
Aunque de aquella, a esta,
hayan pasado dos décadas,
a mi, no me puede vencer,
quiero mucho,a la vida
para en esta batalla vencer,
quiero mucho ala vida,
para en esta batalla, perder,
no, no, no me rendiré,
a Dios, pongo por testigo,
que lo tengo que vencer.
Maria del Carmen Pallas Seijo.
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