En la piel de un Álamo,
donde tu nombre y el mio,
escribimos entre lazados.
Y los ruiseñores
besaban con su pico pardo
enamorados,
a la sombra de sus ramas,
de amor, nos llenábamos.
Álamo blanco
que testigo fuisteis,de nuestro amor,
y el verde de tu hojas,
de esperanza nos llenaba,
y el testimonio en tu piel,
gravado, de nuestro
amor, quedo.
Y con su pico pardo
los ruiseñores,
seguirán besando
enamorados
y de amor llenados.
Mucha. P.