Hoy veintisiete de abril,
día de Montserrat,
como llueve sin parar,
son las lágrimas de la Virgen,
que llora sin cesar.
Desde las alturas de la montaña,
vigila a la humanidad,
y ve, la injusticia que hay,
usureros, farsantes,
de guante blanco urtones,
defendiéndolos la justicia,
sentados en sus sillones.
Y no les tiemblas los quijones,
que otros de humildes dones,
no tengan que a su estomago
dales, los Señores.
Montserrat, Montserratina ,
tu, que eres tan divina,
no llores mas por la humanidad,
por que este mundo esta hecho,
para esta lacra social.
María del Carmen Pallas Seijo.