Aún no ha nacido
Yo en la lejanía de tu nacimiento,
muchas veces pienso en ti,
y te hablo,
aveces me parece haberte visto,
como un sol.
Sus rayos dorados son tus cabellos,
tus ojos de color miel,
y tus dientes, blanco marfil,
y tu sonrisa, de un ángel celestial,
que me ve,
y yo que te digo, cuanto te quiero Naia.
¿Ay? ¡Mi sol, mi sol!
que mi otoñal vida,
enverdeces, con tu llegada,
y mis ilusiones, renuevas
cuando, se encontraba caducadas,
eres mi esperanza, continuada.
Hoy, he sentido tu nombre,
por primera vez,
y yo quiero decirte, cuanto te quiero
Naia.
tu yaya.
Mucha. P.
Poema reconocido como semifinalista en el certamen poético Andreu Trias en Hospitalet
Muy bonito… cuanto amor transluce, amor de yaya que bueno es.
Gracias David por a ver mirado mi página