Era un día de primavera,
presa de una monotonía,
me sentía,
y cogiendo mi ratón,
y navegando un montón,
en el Centro de Estudios Poéticos,
mi ratón se metía.
Bendito aquel día
que el sinvergonzón
de mi ratón tubó la valentía,
y en el Centro de Estudios Poéticos,
se metía.
Y aprovechando la ocasión
como semifinalista que soy,
gracias a su director le doy,
por la oportunidad que me brindo,
y que siga dándosela a muchos mas.
Y yo, seguiré navegando un montón,
buscando un nuevo concurso,
con el sinvergonzón
de mi ratón.
Mucha. P,