Me dices que sueño,
dejadme que sueñe,
que, por soñar no pasa nada.
Sueño que estoy contigo,
abrazándome en la cama,
entre sabanas de seda,
y armiño las almohadas.
Me dices
me susurra,
me cantas
cuanto me amas.
Entre sabanas de seda,
y armiño las almohadas,
impregnadas, del olor,
a tu sudor que me embriaga.
Sueño una caricia,
sueño una mirada,
sueño un te quiero de amada,
y por qué no soñar si,
si soñar no cuesta nada.
Sueño que estoy,
en medio de un bosque,
lleno de pinares verdes y verdolagas,
donde los silfos les cantan a las hadas,
y los gnomos, les vigilan,
que no les pase nada.
Dejadme que sueñe
aunque soñando este contigo,
abrazándome en la cama,
entre sabanas de seda y armiño las almohadas,
y soñando, te espero, que por soñar no pasa nada.
Mucha. P.
Poesía reconocida como semifinalista en el Centro de Estudio Poético
De Madrid, y publicada en la Antología, Años maduros.