Dos puntales tiene la Malahá, a un lado el Pingurucho, y al otro lado la Atalaya esta,
y a sus pies los baños calientes.
Donde la gente se va a bañar, y dicen, !hay que primor¡, que buena el agua que está
lo peor es cuando se sale, que se pone uno a tiritar.
La Malahá, está en un llano, con todas sus casa de blanco pintadas, y los estores de esparto, en sus puertas colgadas.
En el centro hay un puente, donde las mozuelas, del pueblo salen a pasear, y haber si al mismo tiempo encuentran un buen galán.
En frente las salinas, que llenas de sal gorda y fina esta, la que se toman las mozuelas del pueblo, finas y rezalas.
Caminando hacia la ruta vamos, donde un señor Gámez, encontramos,
preparando una de sus poesías, para los visitantes del pueblo, que les vengan a visitar.
En las casas nuevas tres cruces hay, una de San Isidro, y la otra de la Inmaculá,
y la tercera de San Vicente, que dice la gente, el que muere en la Malahá, derechito al cielo vá.