A las faldas de sierra Nevada,
allá por las Alpujarras
tierra mora y gitana.
En el municipio de Pótugos,
entre castaños y olivos,
en un recodo,
donde los viandantes descansan.
Hay una ermita,
de la Virgen de las Angustias,
y a sus pies una fuente,
que le llaman fuente agria,
que siete caños tiene,
y cada caño de un sabor diferente.
Fuente de los siete caños,
que agua agria viertes,
son las lágrimas de la Virgen,
que en sangre se convierten,
y el murmullo de sus aguas,
lamentos de dolor son,
que del corazón le salen,
de tanta angustia y dolor que su hijo,
sufrió, por toda la humanidad.
Fuente de los siete caños,
que agua agria viertes,
en notas musicales, sus caños,
sus aguas, convierten,
y el canto de los pajaritos,
alabanzas son,
que a la Virgen les ofrecen,
y los rayos del sol le saludan,
y en sus aguas resplandecen.
¡Ay! fuente de los siete caños,
que de las entrañas de la tierra,
agua agria viertes,
son las lágrimas de la Virgen,
que en sangre se convierten.
María del Carmen Pallas Seijo