» Era un 31 de Marzo»

Era un 31 de Marzo,

cuando, las flores, y rosas, nacen

y no me llamo ni flor, ni rosa

me llamo jardín de Dios,

que esta lleno de flores, y rosas

quizá me llame Camelia,

ó, tal vez Clavellina, ó Azucena.

En él jardín de dios,

esta lleno de flores, bellas

Amarillas, blancas y rojas,

con su perfume, embriagan

asta las Diosas.

Era un 31 de Marzo,

cuando, la primavera germina,

y florecen sus flores bellas,

jardín del monte. Carmelo

que lleno estas de flores,

bendito se Dios,

que en su jardín, me ampara y me acoge,

era un 31 de Marzo.

María del Carmen Pallas Seijo

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