Los quejidos de su cante
que me suenan a quimera,
vaya su voz por delante
la gracia y el salero de su tierra.
Jabugo ya no tiene arte
ni quien le cante siquiera,
se fue la voz de un emigrante
que jamás se olvido de su tierra.
Como me suenan las coplas
cuando yo tenia dinero,
usted me las cantaba
con mucho arte y salero.
Va por usted mi homenaje,
recuerdo sus cantes de huerto
con que brío y coraje
Y el siempre se despedía.
repitiendo esta frase,
señores, salud ...